martes, 5 de mayo de 2009

EL CÓMIC Y EL ARTE



El cómic y el arte se han ido relacionando a lo largo del tiempo, adquiriendo parte de su lenguaje y modificandolo según sus necesidades.

Es normal que cuando se habla de cómic se asocie directamente al dibujo puesto que normalmente prevalece la línea. Esto es debido a que la mayoría de cómics que llegan a nuestras manos están optimizados para su consumo por tanto, evitan el abuso del color y la complejidad puesto que debe de ser algo rápido de leer y rápido de crear. Un cómic suele crearse con la espectativa de ir sacando al mercado mas series del mismo tipo.

Sin embargo existen historietas muy pictóricas. Muchos autores utilizan técnicas alejadas del mundo del comic tradicional. Es el caso de, por ejemplo, Hiroaki Samura que utiliza el pastel para muchas de sus ilustraciones y Bill Sienkiewicz que con frecuencia, y a diferencia de lo normal, utiliza estilos tales como la pintura al óleo, el collage y la mimeografía. Incluso, algunos críticos han sugerido la influencia dentro de su trabajo del arte expresionista y abstracto.
Esto es también una evidencia de la cercanía del mundo del cómic con el arte, puesto que muchos autores se ven influidos por tendencias artísticas contemporáneas o, icluso, desfasadas.
Al igual que un pintor o un escultor, el autor de cómics tiene un estilo diferente de dibujar, de expresarse y de desarrollar su obra, según sus características personales dejando una huella personal.
Aún así el cómic no se presta tanto como estas artes a plasmar la esecia del autor puesto que el formato bidimensional y digitalizado, no aporta materialidad ni plasticidad. Tan solo puede mostrar los restos de impresion de una textura, al fin y al cabo, ficticia.

Mientras el cómic adquiere la técnica de la pintura y del dibujo, el arte ha usado su lenguaje. El ejemplo mas evidente y claro es Roy Liechtenstein que es conocido sobre todo por una serie de piezas que partían de imágenes tomadas del mundo del cómic, presentadas en formatos grandes sobre una trama tipográfica de puntos, sobre fondo blanco. Encontró una forma de expresar sus intenciones a través del lenguaje, frío e impersonal,del comic, llegando a echar mano de los bocadillos u otros recursos de la historieta si era necesario. Tenía la idea de despojar las obras de toda intencionalidad y reducirlas a meros elementos decorativos, a lo que contribuía la restricción de colores, reducidos a amarillo, rojo y azul, perfilados por gruesas líneas negras. Desarrolló un gran interés por la impresión comercial. Además logró sacar el arte del contexto monótono en el que se encontraba, inadaptado a la época de consumo que le rodeaba.

De manéra menos evidente se acercaron al mundo del cómic, a través de la ilustración, artistas como William Blake o Henry Fussli. Estos destacaban por el predominio del dibujo y de la línea sobre todas las cosas.
Además en el romanticismo estaba de moda escritores como Shakespeare o Milton, y los artistas dedicaban muchas obras a la ilustración de sus libros. De Blake llama la atención especialmente su manera de ilustrar los manuscritos, uniendo el texto con el dibujo, lo que a mi parecer evoca fácilmente al cómic.

Hay muchos artistas que inconsciente o conscientemente tienen un estilo que evoca el del cómic. Aún sin hacer ninguna referencia a este y sin mostrar claramente características del género, las líneas delimitadoras y la capacidad de caricaturación hacen que una obra adquiera un aspecto similar al de una viñeta. Es el caso de Egon Schiele que a pesar de que sus obras tengan una fuerza de expresión y una plasticidad muy interesante, la manera de pintar evoca a las ilustraciones del cómic.

Es difícil a veces separar el cómic de el arte en general y más aún si hablamos de obras viejas ya que estas adquieren un valor de antigüedad que le aporta interés . Los grabados de aucas o aleluyas son fácilmente catalogados en el mundo del arte y están tan cercanos al cómic que muchos lo consideran un antecedente.

Hay autores de cómic que compaginan su vida de artista con la creación de historietas como es el caso de Dave Mckean .Su etapa de formación en el Berkshire College of Art and Design se revela crucial, debido principalmente a tres factores: primero, la propia escuela en sí; en segundo lugar, el descubrimiento de dos autores de historietas que renovaron su fe en el medio y que se convertirán en influencia indeleble en su posterior carrera (José Muñoz y Bill Sienkiewicz) y en último lugar su encuentro con el entonces periodista aspirante a guionista de comics, Neil Gaiman.
Es uno de los ilustradores y diseñadores más importantes de Gran Bretaña. Su particular uso de la fotografía, el dibujo y el collage le convirtieron en un artista excepcional, admirado e imitado.
Portadas de discos (Michael Nyman, Tori Amos, Skinny Poppy...), diseños para prensa (The New Yorker), imágenes publicitarias (Kodak, Sony Playstation), libros infantiles (The Day I Swapped My Dad for Two Goldfish), premios, exposiciones... McKean es un autor versátil y polifacético.
Pero, a pesar de todo, el comic es su gran pasión. De la colaboración con Neil Gaiman han nacido obras como Casos Violentos, Orquídea Negra, Signal To Noise, Mr. Punch y las portadas de The Sandman. Con Grant Morrison ha creado Batman: Arkham Asylum; con los Rolling Stones, Voodoo Lounge; con Iain Sinclair, Slow Chocolate Autopsy; ha ilustrado libros para Stephen King y Neil Gaiman; y, en solitario, su obra más personal: Cages. Actualmente está centrado en el mundo de la música y en la dirección de cortometrajes.



Quizás lo que más distancia al cómic de un cuadro o una escultura es que el cómic es un objeto de consumo que muchas veces es usado solo para el ocio. El arte, en teoria – y digo en teoria porque poco a poco la sociedad de consumo está cambiando los criterios- está creado para una satisfacción personal, una necesidad intríseca.
Aúnque la historieta caiga fácilmente en ser un objeto comercial y austero, se presta a diferentes usos. Muchos autores de cómic lo utilizan como medio de expresión sentimental, con un sentido más profundo que el mero entretenimiento. Esto significa, a mi parecer, que el cómic deja de ser un objeto de consumo para combertirse en arte.
Con respecto a los temas el cómic puede considerarse relacionado con el arte conceptual, introduciendo temáticas filosóficas, llevando al límite lo relacionado con las nuevas tecnologías y utilizando un realismo mágico para describir estados emocionales propios de la edad cotemporanea. Muchas veces la trama toma partido en un debate ético sobre posturas que se plantean en la época actual ante los ultimos descubrimientos de alta tecnología, ingeniería genética u otros debates polémicos.
De hecho, tanto el cómic como el arte se mueven y se transforman con el tiempo. Cada época tiene unas necesidades que el arte intenta cubrir y el cómic también. Es por esto que muchas veces se ha dedicado a la crítica social o se ha sentido obligado ha ser un soplo de aire fresco en una mala época volviendose algo más despreocupado o ajeno.



EL CINE


A estas alturas ya nos hemos convencido de la enorme relación que existe entre el cine y el comic ya que estamos en un periodo en el que muchos personajes y tramas de historietas pasan a la gran pantalla.
Los guiones del cómic han sido del agrado de muchos directores, como por ejemplo los cómics de Frank Miller, "300","SimCity" o los personajes de Marvel como "Spiderman". También películas como "Camino a la perdición" que originalmente era un cómic llamado Lone Wolf and Cub de Kazuo Koite y más tarde pasó a ser una novela gráfica, terminó siendo proyectada en una sala de cine.
Al fin y al cabo, el cine, el cómic , la literatura y muchas otras artes están dedicadas a contar historias. Unas veces mas despreocupadas, otras más comprometidas, pero siempre cuentan algo.

No siempre es el cómic el origen. La historieta también se nutre de muchas tramas ajenas a él. Como es el caso de Death Note o La espada del inmortal que antes de ser una historieta han sido una novela, o cómics de Sillent Hill o Metal Gear que provienen de la trama de un videojuego.

Entre el cómic y el cine existe además un lenguaje muy cercano. En el cine, previamente a la grabación se hace un Story board. Ahí se organiza la historia, los movimientos de cámara, los planos...
El cómic nos cuenta una historia a través de planos de cámaras inexistentes con actores que no se mueven, nos muestra el tiempo a traves del paso de viñetas, a modo de Story board.
Basicamente la estructura de un cómic y la de un Story board no tiene demasiada diferencia. Es la utilidad lo que les distingue.

Un género que se encuentra entre el cine y el cómic es la animación. Es prácticamente un cómic animado. De hecho ahora Marvel está creando un cómic digital con movimiento aunando así ambos mundos y acercándolo aún más al lenguaje del cine.
No es de extrañar que hagan esto puesto que el cómic avanza poco a poco por el camino de la interactividad, como esos libros de rol que te permiten elegir cómo continuar tu historia.
Es por eso que entiendo que los videojuegos, en gran parte, tienen algo que ver con el cómic. El lenguaje de un juego es el de una película, solo que adaptado a la interactividad.
Tanto en el cine, como en el videojuego, como el el cómic existe un espacio "tridimensional". No puedes recorrerlo a tu antojo pero si que sientes la idea de estar en él, algo que no ocurre en otras artes.
También logras establecer una relación con unos personajes que, aún siendo superhéroes, reyes, agentes de la "TIA"...siempre vemos tan cercanos a nosotros.

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